martes, 14 de agosto de 2012

Una pequeña carta para un amor muy grande.


Mi querido amor de todos mis tiempos: Nunca sé cómo empezar nuestras cartas de amor, por eso empiezo por lo primero que inspiras, aquello en lo que me haces pensar, en los recuerdos que ya has alojado en mi y que ya son nuestros.
Ya nada es mío, ahora junto a ti todo es nuestro.
Pienso en este amor de silencio que nos encontró caminando en cuidades distintas... En cielos distantes.
Nunca supimos por donde buscarnos y sin embargo, llegamos a encontrarnos...
Hace tiempo que te vi llegar a mi vida. Desde entonces fueron muchos los momentos largos y difíciles que hemos pasado... Demasiados, tanto que solo tú y yo lo sabemos...
Sabes? Estamos muy cerca... Es una cercanía que nosotros comprendemos aún cuando seguimos separados.
Siempre confié en ti, siempre supe que necesitaba tu dulzura en mi vida... Supe que no la encontraría en otra parte... Solo en ti. Ahora ya ha llegado una nueva estación que ya libera nuestras esperanzas y todo parece suavizarse para que por fin superemos las distancias.
Pienso en tu amor que quiero para siempre. Un amor bello el que hablo en todas las cartas que llegan a ti.
Estamos juntos desde entonces, desde nuestras primeras cartas, y pronto vendrá el tiempo de estar juntos al fin. Aguardo la llegada de ese día, el de nuestro beso recíproco.
Te diré que te amo desde siempre, que te he esperado y echado de menos en las noches frías, y también en mañanas soleadas.
Me dirás que se la misma manera, me extrañabas cuando a ti llegaba una neblina que no sabías de dónde provenía, pero ya estaré ahí para abrazarte, para verme en tus ojos, para dejar que transcurra el tiempo sin agobiarnos, que nuestros instantes sean largos... Y más largos aún cuando podamos decirnos "Te amo" casi al unísono, y así medio dormidos y con el mismo tono, con la misma voz, con la misma mirada. Solo tú eres la bendición de mi vida... Porque una noche cuando ya no soñaba nada bello o ya no recordaba lo soñado... Soñé tus ojos. Soñé que tu mirada veía al mundo de forma distinta. Entonces fue cuando comprendí que ya no tenía mundo, porque ahora tú eres mi mundo. Que ya no tenía amor, sino, nuestro amor.
Eres mi amor y mi compañero insustituíble de este mundo que cada día parece más nuestro.
No quiero perderte nunca... No quiero tenerte lejos nunca más, y por eso esperaré por ti lo que haga falta.
Ahora, amor, solamente me queda pedirte que esperemos, darle tiempo a las cosas, dejar que todo suceda y que fluya en su momento.
Cielo, no estaremos separados toda la vida. Por eso te pido que no desesperes, que no te deprimas...
¿Sabes? Desde que amas ya nada es igual... Hoy más que nunca se que lo nuestro será siempre un amor eterno, mejores incluso que los que se pueden leer o ver en cines...
Te amo Andrés, más que a todo... Y será para siempre, tenlo claro, porque yo lo tengo.
Siempre tuya. Siempre mío. Siempre nuestro.
Desde el cielo... Tu ángel.



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