Con respecto a un animal, soy un perro, pues soy bastante vaga, pero tengo una cualidad, y es que soy fiel y jamás abandono a los que me importan. Aunque, me gustaría ser un león... sí, de esos a los que nadie se toma a la ligera, y a los que la gente respeta, pero porque se les tiene miedo. Un león fuerte, que se enfrenta a todo, que lucha y no se achanta ante nada y protege a los suyos.
Si fuera un coche... la verdad es que sería un coche cualquiera de segunda mano, pues he pasado por demasiadas manos... Soy un coche en el escaparate de las ofertas, que te promete lo mejor y cumplir mi objetivo para darte lo que pides porque en el fondo lo que quiero es que me elijas, que te quedes conmigo y que no me abandones. Pero, sinceramente, me gustaría ser un deportivo, todo chulito, porque me gustaría poder sentirme guapa conmigo misma.
Un árbol... pues yo soy la clase de arbolito pequeño que lo tapan las sombras de los demás y él no crece mucho. Soy alguien que no destaca, y que prefiere dejar que los demás lo hagan para no llamar mucho la atención. Intento cambiar eso para ser un árbol que dé frutos, así la gente se podría beneficiar de lo que yo tengo para cosas únicamente buenas.
Si fuera un utensilio de cocina... Mmmm... Sería un tenedor, porque siempre ando pinchando a la gente, haciendo bromas, y a veces de mal gusto y es algo que me gustaría cambiar un poco... Por eso quiero ser un tarro de conserva, para que mi corazón sea capaz de guardar o conservar cosas que no caduquen o se olviden con el tiempo.
Y ahora, si fuera un utensilio de baño, sería, clara y obviamente, el papel del váter... Porque siempre me trago la mierda de los demás... Pero eso se acabará, y me convertiré en un cepillo de dientes, porque quiero dejar bonitas y relucientes sonrisas a mi paso.
Y por último, si fuera una fruta sería... Una mandarina, pequeñita pero sabrosa si la pruebas, pero para eso tienes que ver el interior y no lo que está en la piel, la cual es amarga. Y... la verdad, me gusta ser una mandarina y no querría ser nada más.