Me siento pequeña ante el mundo, vulnerable.
Todo me parece demasiado grande o, simplemente, demasiado. No sé si puedo con las cosas que me vienen, sólo sé que intento superarlas, pero en ese intento, muchas veces, no logro salir del todo airosa.
Pero, ¿sabes qué? Por una vez en la vida no pienso quedarme en el intento, no quiero quedarme atrás con nada porque voy a superar los retos que me ponga la vida si para ello logro alcanzarte.
Tú eres la meta que me propongo cada día por las mañanas, y tu amor... mi fuerza de voluntad.
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